El cuidado en esta etapa es especialmente importante, ya que el 80% del daño de los rayos UV del sol en la piel, se producen antes de los 18 años.

Desde la Comisión Honoraria de la Lucha Contra el Cáncer siempre buscamos concientizar sobre los problemas derivados de la excesiva exposición solar, haciendo énfasis en la promoción de hábitos de protección solar en niños y niñas durante sus actividades al aire libre, buscando que perduren a lo largo de toda su vida.

Esta camiseta, “La nueva piel”, es el puntapié inicial de un novedoso trabajo educativo sobre varios aspectos del cuidado de la piel frente al sol, que ya estamos implementando junto a los directivos, equipo técnico, padres, madres y especialmente los y las protagonistas: niños y niñas que juegan en el equipo.

Es fundamental apoyar a los equipos para que puedan disfrutar de la práctica de deportes al aire libre, en este caso el fútbol, tomando las medidas necesarias para protegerse de los rayos UV. De esta forma, los beneficios para la salud que aporta el deporte serán mayores tanto para los niños y niñas que juegan como a sus entrenadores y familias que acompañan.

Sin embargo, si estos deportes, especialmente el fútbol que moviliza cientos de miles de personas por ser parte esencial de la cultura uruguaya, se practican al aire libre, todos quienes participan: jugadores, entrenadores, espectadores y familias cuando se trata del fútbol infantil, pueden exponerse a los riegos asociados a la radiación UV solar.

Sabemos que demasiada exposición a la radiación UV provoca daños, por eso cuando tomamos medidas de protección solar buscamos disminuir las quemaduras solares, ampollas, reducir los casos de cáncer de piel y otras enfermedades de la piel y la vista relacionadas con esta causa.

Un concepto importante es respetar el color natural de la piel, comprendiendo que una piel bronceada no es sinónimo de salud, es una piel dañada, muestra la reacción de defensa de la piel ante la exposición solar. La piel tiene memoria y el daño se acumula a lo largo del tiempo con las sucesivas exposiciones.

Los días nublados, frescos y ventosos también hay que protegerse. Muchas veces sentimos menos calor y hay una falsa sensación de protección pero la radiación ultravioleta (UV), que no se ve, traspasa las nubes e igual produce daño.

Es necesario protegerse del sol durante todo el año, pero muy especialmente desde mediados de setiembre hasta fines de marzo, cuando las radiaciones UV son más intensas. Una forma de darse cuenta es “La regla de la sombra”: cuando se está al aire libre, si la sombra es más chica, significa que los rayos del sol están muy fuertes y esnecesario asegurarse la protección de la piel.